Tu marca empieza aquí y acaba en la mente de tus clientes.
Si te decimos que pienses en una marca de refrescos, una de deporte y una de café, ¿qué marcas se te vienen a la mente? ¡Bingo! Estas marcas se han posicionado en tu mente gracias a una buena identidad corporativa junto con un diseño de marca consistente en el tiempo.
La identidad corporativa es cómo quiere proyectarse una empresa. Demuestra y define lo que somos. En pocas palabras, es una pauta a seguir para poder trabajar y ampliar tu marca.
Para crear una identidad exitosa es clave desarrollar un manual de identidad corporativa, el cual nos servirá de guía para definir y recopilar todos los posibles usos tanto a nivel visual como verbal. Es decir, aquellos elementos a través de los cuales diferenciamos y reconocemos a una compañía.
Es primordial analizar qué se quiere transmitir a los consumidores a través de una marca. Y a partir de ahí, comunicarlos desde todos los componentes de la identidad corporativa: el logotipo e isotipo, la tipografía, la gama cromática, la dirección de arte y el diseño de iconos. Con estos elementos conseguiremos que la marca sea fácilmente reconocible.